Hikikomori.

la vanguardia escribió:

Psiquiatras confirman que el 'síndrome de hikikomori' también está en Europa

Se trata de un trastorno mental que conduce al aislamiento social del paciente y que, al parecer, no es una patología ligada únicamente a la cultura japonesa

Barcelona. (Efe).- El síndrome de hikikomori , un trastorno mental que conduce al aislamiento social del paciente, no es una patología ligada únicamente a la cultura japonesa, sino que está presente, y crece, en España y Europa, según un estudio llevado a cabo por psiquiatras del Hospital del Mar de Barcelona.

Los médicos del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar han elaborado el primer estudio europeo sobre las características clínicas y sociodemográficas del síndrome de hikikomori y han advertido que es "un importante problema de salud que toma cada vez más protagonismo".

Los psiquiatras han advertido que este fenómeno "ha sido probablemente subestimado hasta ahora en España por la dificultad para acceder a estas personas y por la falta de equipos de atención especializada a domicilio".

El estudio, que publica hoy la revista International Journal of Social Psychiatry, ha evaluado 164 casos de toda España que tenían un período medio de aislamiento de 39,3 meses, aunque alguno de ellos ha estado 30 años asilado socialmente, y en la mayoría de los casos había un trastorno mental asociado.

El hikikomori es un fenómeno psicopatológico y sociológico en que las personas se retiran completamente de la sociedad durante al menos 6 meses y se recluyen en el hogar para evitar cualquier compromiso social, como la educación, el empleo o las amistades.

Aunque es un síndrome que se describió por primera vez en Japón, y que inicialmente se creía que estaba vinculado únicamente a la cultura japonesa, hay casos de hikikomori diagnosticados en otros países como Omán, Italia, España, India, Estados Unidos y Corea.

"Hasta ahora en España sólo se habían reportado casos puntuales de 'hikikomori' y esto parece estar motivado porque son pacientes que están en su domicilio, no piden atención médica ni tienen otros trastornos de conducta que puedan ser detectados por los servicios médicos de emergencia o por equipos ambulatorios", ha explicado el director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar y responsable del estudio, Víctor Pérez-Solà.

"La creación en Barcelona de un servicio de atención domiciliaria para personas con trastornos mentales graves ha permitido sacar a la luz la verdadera dimensión de este síndrome", ha dicho Pérez-Solà.

Para elaborar el estudio, el Hospital del Mar evaluó y trató por aislamiento social a 164 personas, de las que un 73,8% eran jóvenes de sexo masculino con una edad media de 36 años, mientras que las mujeres tenían una edad media superior, de 51 años.

La mayoría de las personas afectadas de hikikomori vivían con la familia y la mitad tenían estudios superiores. El período medio de aislamiento fue de 39,3 meses, siendo 30 años el período máximo, y la mayoría de las personas que permanecieron aisladas durante más de 4 años tenían un trastorno psicótico, lo que demuestra que las personas con trastornos mentales graves son más propensas a estar un mayor tiempo aislados.

"Hemos detectado una alta convivencia del 'hikikomori' con patologías psiquiátricas como trastornos psicóticos (34,7%), ansiedad (22%) o trastornos afectivos (74,5%). Esto nos lleva a la conclusión de que tal vez no es un diagnóstico en sí, sino más bien un síndrome grave asociado con múltiples trastornos psiquiátricos", ha dicho Pérez-Solà.

Según el médico, "el 'hikikomori' primario, es decir, no asociado a una patología mental, también existe, pero es menos frecuente".

El estudio también ha puesto de manifiesto que un 39,3% de estos pacientes ya había requerido un ingreso hospitalario para atención psiquiátrica y que casi un 60% de los casos tenía una historia psiquiátrica de hikikomori en la familia, con un 44,4% en parientes de primer grado.

En la mayoría de los casos, sobre todo cuando el tiempo de aislamiento era superior a dos años, el tratamiento elegido para tratar el hikikomori fue el ingreso hospitalario.

http://www.lavanguardia.com/vida/20141111/54419177245/psiquiatras-confirman-que-el-sindrome-de-hikikomori-tambien-esta-en-europa.html

Internet escribió:Hikikomori, el síndrome de los chicos que se encierran en la habitación y rechazan cualquier ayuda.

Muy común en Japón, afecta a muchos adolescentes incluso en Italia. No es depresión, no es adicción a los videojuegos, no es solo un trastorno de ansia. Qué hay que saber y cómo intervenir.


El fenómeno es desconocido, casi "invisible" como las personas que la padecen: se llama "hikikomori", en japonés significa "estar a un lado" y afecta a más adolescentes (también italianos) de lo que podría imaginar. No los vemos porque sus vidas se desarrollan enteramente en una habitación: su dormitorio. Se niegan a salir, ver gente y tener relaciones sociales. En esta habitación, leen, dibujan, duermen, juegan con videojuegos y navegan por Internet. Pero, sobre todo, se protegen ellos mismos del juicio del mundo exterior. Quién atribuye la culpa del malestar a la nueva tecnología se equivoca grandemente. Las causas son múltiples y el fenómeno ha surgido antes del advenimiento de la PC. Es de destacar que el aislamiento puede durar unos pocos meses o años, pero una cosa, dicen los expertos, es cierta: nunca se resuelve espontáneamente. ¿Qué es, cómo reconocerlo y tratarlo? Se lo preguntamos a Marco Crepaldi, presidente de Italia hikikomori "un proyecto de sensibilización e información correcta sobre el fenómeno que los medios de comunicación -y también los médicos - tienden a confundirlo con la depresión o adicción a Internet".

Qué es hikikomori

Hikikomori es un mecanismo de defensa puesto en marcha como reacción a las excesivas presiones de realización social típicas de las sociedades capitalistas económicamente más desarrolladas. Agi Crepaldi explica: "El hikikomori es el fruto de una sociedad que ejercita sobre los chicos una serie de presiones que van desde las buenas calificaciones escolares, a la realización personal, a la belleza hasta la moda". Chicos y chicas se encuentran asì a tener que colmar virtualmente la brecha que se viene a crear entre la realidad y las expectativas de los padres, maestros y compañeros. Cuando esta brecha se vuelve demasiado grande se experimentan sentimientos de impotencia, pérdida de control y de fracaso. A su vez, estos sentimientos negativos pueden conducir a una actitud de rechazo hacia aquellas que son las fuentes de tales expectativas sociales. Y como estas fuentes están representadas, como se ha dicho, por los padres, maestros, compañeros y, en general, por la sociedad, el chico tenderá a alejarse espontáneamente y refugiarse en su habitación, donde es inmune al sentimiento de vergüenza.

¿Cómo se reconocen los hikikomori?

Los primeros signos provienen generalmente de la preadolescencia hasta la adultez, con dos pasajes clave: el comienzo y el final de las escuelas superiores. "El primero porque el muchacho se enfrenta con nuevos maestros y compañeros de clase. El segundo es por qué es hora en que se necesita trazar el camino que se desea seguir en la vida ". A menudo el cierre no es neto: el primer signo preocupante es la frecuente ausencia a la escuela, tanto que el ausentismo, que puede durar incluso años, es frecuentisimo en los casos de hikikomori. Entre las otras campanas de alarma principales están:

-la inversión del ritmo sueño-vigilia
-el autocierre en el dormitorio
-la preferencia por actividades solitarias

¿Cuántos son y quiénes son los hikikomori italianos?

En la actualidad hay más de 500,000 casos en Japón, pero de acuerdo con las asociaciones que se ocupan el número podría llegar incluso a un millón (1% de toda la población japonesa). En nuestro país, según Hikikomori Italia, algunas estimaciones (no oficiales) informan al menos 100.000 casos. "La mayoría de los muchachos tienen entre 15 y 25 años, pero no faltan casos de menores o mayores. Vienen de familias ricas y muy ricas y a menudo son hijos únicos que se enfrentan a las mayores expectativas de los padres. En muchos casos, son hijos de padres separados. Son muchachos muy inteligentes, que no tienen problemas en la escuela y tienen poco en común con sus compañeros de clase".

¿Por qué se deviene hikikomori?

Las causas son variadas, pero el subyacente es una fragilidad caracterial de los muchachos que experimentan dolor y malestar al vivir algunas situaciones sociales. Hikikomori sería de hecho el resultado de una serie de concausas caracteriales, sociales y familiares. Aquì se explican uno por uno.

Caracterial: Hikikomori son muchachos muy inteligentes, pero también particularmente introvertidos y sensibles. Esta temperamento contribuye a su dificultad para establecer relaciones satisfactorias y duraderas, así como para abordar de manera efectiva las inevitables dificultades y desilusiones que la vida les reserva.

Familiar: la ausencia emocional del padre y el apego excesivo a la madre se indican como posibles causas, especialmente en la experiencia japonesa.

Escolar: el rechazo de la escuela es una de las primeras campanas de alarma hikikomori. El ambiente escolar se vive particularmente mal. Muchas veces detrás del aislamiento yace una historia de bullying.

Social: los Hikikomori a menudo tienen una visión muy negativa de la sociedad y sufren particularmente las presiones de realización social que de esa deriva, al punto de llegar a repudiarla.

Todo esto lleva a una dificultad creciente y una desmotivación del muchacho para enfrentarse a la vida social, hasta un verdadero rechazo de la misma. La incomodidad crece a medida que la edad crece: mientras los hikikomori permanecen cerrados en la habitación, sus compañeros se gradúan, se reciben y encuentran trabajo. Y la comparación con los amigos para estos muchachos se vuelve cada vez más insoportable.


Lo que NO es el hikikomori.

Cada vez más los hikikomori se intercambian con patologías con las que tiene nada que ver, creando una gran confusión en torno al fenómeno. Aquí está lo que no es el hikikomori.

No es adicción a Internet: el fenómeno estalló en Japón mucho antes de la propagación de las computadoras personales. Esto significa que antes de que existiera Internet, el aislamiento del hikikomori era total. Desde este punto de vista, el uso de la web, incluso se puede interpretar como un factor positivo, ya que permite a los muchachos a seguir cultivando las relaciones sociales que de otro modo no tendría.

No es depresión: según muchos, el aislamiento de hikikomori solo sería el resultado de un estado depresivo. "Es una creencia falsa, así como una simplificación trivial", dice Marco Crepaldi. En primer lugar, según lo establecido por el Ministerio de Salud de Japón en 2013, el hikikomori no es una enfermedad (a diferencia de la depresión). De hecho, fue demostrado la existencia de un "hikikomori primario", es decir, un hikikomori que se desarrolla antes y prescindiendo de otras patologías; un estado de retiro que no deriva de ningún trastorno mental preexistente ".

No es una fobia social: Al igual que el aislamiento dell'hikikomori no es causada por la depresión, no lo hace simplemente debido a un trastorno de ansiedad, tales como, por ejemplo, fobia social o agorafobia (miedo o espacios lugares abiertos, públicos). "Es innegable que luego de un largo periodo de aislamiento una persona pueda desarrollar una dependencia de la computadora, pueda experimentar una disminución en el estado de ánimo o de tener miedo a salir de casa, pero esto nos puede llevar a decir que la adicción a Internet, la depresión y las fobias sociales después de un largo período de aislamiento son la causa del hikikomori? La respuesta es "no".

Dorogoi escribió:Traduje esto del italiano porque fue lo primero que lei al respecto.

https://www.agi.it/cronaca/hikikomori_adolescenti_sindrome_cosa_sapere-2340082/news/2017-11-07/

Internet escribió:Hikikomori, el síndrome de los chicos que se encierran en la habitación y rechazan cualquier ayuda.

Muy común en Japón, afecta a muchos adolescentes incluso en Italia. No es depresión, no es adicción a los videojuegos, no es solo un trastorno de ansia. Qué hay que saber y cómo intervenir.


El fenómeno es desconocido, casi "invisible" como las personas que la padecen: se llama "hikikomori", en japonés significa "estar a un lado" y afecta a más adolescentes (también italianos) de lo que podría imaginar. No los vemos porque sus vidas se desarrollan enteramente en una habitación: su dormitorio. Se niegan a salir, ver gente y tener relaciones sociales. En esta habitación, leen, dibujan, duermen, juegan con videojuegos y navegan por Internet. Pero, sobre todo, se protegen ellos mismos del juicio del mundo exterior. Quién atribuye la culpa del malestar a la nueva tecnología se equivoca grandemente. Las causas son múltiples y el fenómeno ha surgido antes del advenimiento de la PC. Es de destacar que el aislamiento puede durar unos pocos meses o años, pero una cosa, dicen los expertos, es cierta: nunca se resuelve espontáneamente. ¿Qué es, cómo reconocerlo y tratarlo? Se lo preguntamos a Marco Crepaldi, presidente de Italia hikikomori "un proyecto de sensibilización e información correcta sobre el fenómeno que los medios de comunicación -y también los médicos - tienden a confundirlo con la depresión o adicción a Internet".

Qué es hikikomori

Hikikomori es un mecanismo de defensa puesto en marcha como reacción a las excesivas presiones de realización social típicas de las sociedades capitalistas económicamente más desarrolladas. Agi Crepaldi explica: "El hikikomori es el fruto de una sociedad que ejercita sobre los chicos una serie de presiones que van desde las buenas calificaciones escolares, a la realización personal, a la belleza hasta la moda". Chicos y chicas se encuentran asì a tener que colmar virtualmente la brecha que se viene a crear entre la realidad y las expectativas de los padres, maestros y compañeros. Cuando esta brecha se vuelve demasiado grande se experimentan sentimientos de impotencia, pérdida de control y de fracaso. A su vez, estos sentimientos negativos pueden conducir a una actitud de rechazo hacia aquellas que son las fuentes de tales expectativas sociales. Y como estas fuentes están representadas, como se ha dicho, por los padres, maestros, compañeros y, en general, por la sociedad, el chico tenderá a alejarse espontáneamente y refugiarse en su habitación, donde es inmune al sentimiento de vergüenza.

¿Cómo se reconocen los hikikomori?

Los primeros signos provienen generalmente de la preadolescencia hasta la adultez, con dos pasajes clave: el comienzo y el final de las escuelas superiores. "El primero porque el muchacho se enfrenta con nuevos maestros y compañeros de clase. El segundo es por qué es hora en que se necesita trazar el camino que se desea seguir en la vida ". A menudo el cierre no es neto: el primer signo preocupante es la frecuente ausencia a la escuela, tanto que el ausentismo, que puede durar incluso años, es frecuentisimo en los casos de hikikomori. Entre las otras campanas de alarma principales están:

-la inversión del ritmo sueño-vigilia
-el autocierre en el dormitorio
-la preferencia por actividades solitarias

¿Cuántos son y quiénes son los hikikomori italianos?

En la actualidad hay más de 500,000 casos en Japón, pero de acuerdo con las asociaciones que se ocupan el número podría llegar incluso a un millón (1% de toda la población japonesa). En nuestro país, según Hikikomori Italia, algunas estimaciones (no oficiales) informan al menos 100.000 casos. "La mayoría de los muchachos tienen entre 15 y 25 años, pero no faltan casos de menores o mayores. Vienen de familias ricas y muy ricas y a menudo son hijos únicos que se enfrentan a las mayores expectativas de los padres. En muchos casos, son hijos de padres separados. Son muchachos muy inteligentes, que no tienen problemas en la escuela y tienen poco en común con sus compañeros de clase".

¿Por qué se deviene hikikomori?

Las causas son variadas, pero el subyacente es una fragilidad caracterial de los muchachos que experimentan dolor y malestar al vivir algunas situaciones sociales. Hikikomori sería de hecho el resultado de una serie de concausas caracteriales, sociales y familiares. Aquì se explican uno por uno.

Caracterial: Hikikomori son muchachos muy inteligentes, pero también particularmente introvertidos y sensibles. Esta temperamento contribuye a su dificultad para establecer relaciones satisfactorias y duraderas, así como para abordar de manera efectiva las inevitables dificultades y desilusiones que la vida les reserva.

Familiar: la ausencia emocional del padre y el apego excesivo a la madre se indican como posibles causas, especialmente en la experiencia japonesa.

Escolar: el rechazo de la escuela es una de las primeras campanas de alarma hikikomori. El ambiente escolar se vive particularmente mal. Muchas veces detrás del aislamiento yace una historia de bullying.

Social: los Hikikomori a menudo tienen una visión muy negativa de la sociedad y sufren particularmente las presiones de realización social que de esa deriva, al punto de llegar a repudiarla.

Todo esto lleva a una dificultad creciente y una desmotivación del muchacho para enfrentarse a la vida social, hasta un verdadero rechazo de la misma. La incomodidad crece a medida que la edad crece: mientras los hikikomori permanecen cerrados en la habitación, sus compañeros se gradúan, se reciben y encuentran trabajo. Y la comparación con los amigos para estos muchachos se vuelve cada vez más insoportable.


Lo que NO es el hikikomori.

Cada vez más los hikikomori se intercambian con patologías con las que tiene nada que ver, creando una gran confusión en torno al fenómeno. Aquí está lo que no es el hikikomori.

No es adicción a Internet: el fenómeno estalló en Japón mucho antes de la propagación de las computadoras personales. Esto significa que antes de que existiera Internet, el aislamiento del hikikomori era total. Desde este punto de vista, el uso de la web, incluso se puede interpretar como un factor positivo, ya que permite a los muchachos a seguir cultivando las relaciones sociales que de otro modo no tendría.

No es depresión: según muchos, el aislamiento de hikikomori solo sería el resultado de un estado depresivo. "Es una creencia falsa, así como una simplificación trivial", dice Marco Crepaldi. En primer lugar, según lo establecido por el Ministerio de Salud de Japón en 2013, el hikikomori no es una enfermedad (a diferencia de la depresión). De hecho, fue demostrado la existencia de un "hikikomori primario", es decir, un hikikomori que se desarrolla antes y prescindiendo de otras patologías; un estado de retiro que no deriva de ningún trastorno mental preexistente ".

No es una fobia social: Al igual que el aislamiento dell'hikikomori no es causada por la depresión, no lo hace simplemente debido a un trastorno de ansiedad, tales como, por ejemplo, fobia social o agorafobia (miedo o espacios lugares abiertos, públicos). "Es innegable que luego de un largo periodo de aislamiento una persona pueda desarrollar una dependencia de la computadora, pueda experimentar una disminución en el estado de ánimo o de tener miedo a salir de casa, pero esto nos puede llevar a decir que la adicción a Internet, la depresión y las fobias sociales después de un largo período de aislamiento son la causa del hikikomori? La respuesta es "no".

José Antonio escribió:Una memorable reclusa fué la Reina Victoria, quien luego de la muerte del Principe Alberto su muy querido marido, se encerró a la edad de 42 años en el Castillo de Windsor, negandose a aparecer mas en publico por 3 años. Luego se fue a Escocia tan lejos como le fuese posible para quedarse varios años en Balmoral. Para ella, quien hasta entonces tenia la trayectoria de haber sido una persona sociable y amante de las fiestas, ese cambio de comportamiento era muy radical.

Otro famoso recluso que me viene a la mente es Howard Hughes quien tambien en su juventud fué una persona socialmente activo entre las estrellas de Hollywood, pero quien más tarde se convertiría en un recluso de Hoteles no saliendo de su habitacion para nada.

Rusko escribió:
No creo que esto sea exactamente hikikomori, sino depresión ante la muerte del cónyuge (encima, la locura podría venir por parte de padre, pues su padre, Felipe V, también estaba loco como una cabra).