Podremos acostumbrarnos alguna vez a vivir sin mascarilla

Lo digo porque el Covid nos ha cambiado todo, y nos ha impuesto costumbres que de impositivas se nos ha quedado como de costumbre, ya no hay día en que antes de salir, y por la inercia de la costumbre, echemos mano de ella, y al entrar en los comercios no falta una voz autoritaria que te diga súbasela, si la llevamos por debajo de la nariz, a algunos se le olvida el "por favor" y tengo que recordárselo, pero es incómoda, aunque en este último viaje la he tenido que llevar las 24 horas. Tanto que la sensación de llevarla se te queda  en la cara aún después de quitártela.

Todo ha cambiado, y sobre todo en el desplazamiento por avión, y si ya había controles anti atentados, ahora los hay además anticovid. Un penoso martirio es llegar a la entrada de embarque, porque antes de esa dicha, se ha de pasar por circuitos inacabables, y si antes había que estar una hora antes del despegue, ahora son dos, porque las colas para los diferentes controles no se hace en línea recta. Si no que para evitar contactos entre pasajeros se les hace recorrer como un laberinto , después hay que confirmar el billete por un lector a través del móvil, y siempre pasa algo que hay que repetir el gesto, porque el lector no responde, etc. Después se pasa al pasillo laberíntico de seguridad anticovid en el que hay que presentar un certificado de vacunación, o test de antígenos, y vuelta a ponerte en la cola de la seguridad, allí te tienes que despojar de todo lo metálico cinturón incluido, llaves, descalzarte si llevas botines por encima del tobillo, poner todo tu equipaje y bolsas en una bandeja ,y esta pasa por un escáner, mientras el pasajero pasa por un arco detector de metales, si llevas líquido aunque sea agua, no te la dejan pasar y la tienes que tirar, y a mí que me encontraron una pequeña navaja de aquellas suizas multiusos, el revuelo que se lio, los de seguridad me rodearon y me llamaron aparte y aunque lo negaba porque no recordaba que la llevaba, me la sacaron del bolso,  y me dijeron que o la dejaba en seguridad, o ellos mismos la tiraban a la basura, así que lo hicieron, y seguro que a partir desde ese momento se me puso un policía camuflado detrás, sin dejarme en todo el camino  

Después había que buscar la puerta del embarque, y no lo sé, pero comparado con los aeropuertos de las demás cáptales de España que conozco, el de Barcelona es infinito, kilómetros y kilómetros para llegar a cualquier sitio, y nuevamente, y por fin, a la entrada del avión se vuelve a presentar el D.N.I: y el billete de entrada .

Finalmente el viaje es cómodo dentro de lo que cabe, porque dos o tres horas de vuelo no matan a nadie  salvo que la estrechez de los asientos te arruina el esqueleto, pero es lo de menos  molesto, ya que legas al asiento agotado de tanto caminar y estar de pie. Pero creo que después de este último viaje no voy a volver a volar como no me tope una sustancia filantrópica, estrotópica, o estereotípica.

Y ahora algunas fotos de la última escapada. En Sevilla lo mejor que tiene es que si te metes en el barrio de Triana, todo lo más bonito de ver esta cerca salvo el parque de Maria Luisa, que está más retirado lo demás, el Guadalquivir, la torre del Oro, la Giralda y los diferentes palacios está todo alreddor


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Farisha escribió:Hola Roci, ¿cuándo estuviste en Sevilla?
Yo recién volví a México después de haber visitado España y el Algarve Portugués y estuve también en Sevilla, pudimos haber coincidido ¿te imaginas?

¿¿¿Ostras !!!hubieras sido formidable, en Sevilla que tiene su encanto y duende, claro, y hubiéramos compartido además de platos y tapas, tantos temas y hubiéramos comido en la calle típica que sigue al puente de Triana toda llena de bares y restaurantes y heladerías?
Si amiga Farisha hubiera sido un gran encuentro, además está haciendo un tiempo primaveral y paseando por allí se suda de lo lindo , pero es de cuando anochece estar sentado en las terrazas de los establecimientos hoteleros a la orilla de Guadalquivir , cuando es apoteósico el panorama.

No la recorrí mucho, solo lo típico, los barrios que desde siempre se han cantado en las coplas flamencas, pero esa zona tiene un atractivo para los turistas que bien lo tiene merecido, vimos la estatua dedicada a Miguel de Mairena, y vimos a famosos y famosas sentada en las terrazas a algunas folclóricas, ya mayores, que pese a sus pelucas y el retocado de cara, aún reciben saludos del público que pasa.

Pues si Farisha, otra vez que vaya, ahora seria en el Ave o en autocar, por correo interno te avisaría.

Un cordial saludo

Farisha escribió:Y hablando del tema del post, yo no sé ni cómo pude aguantar tantas horas ininterrumpidas con mascarilla durante mi viaje de ida y de regreso a España; en el avión sólo me la quitaba para comer o beber pero con bastantes nervios, al ir el avión tan lleno y estar todos los asientos ocupados.

Como en México está tan mal la cosa con el Covid, no se me ocurriría ir por la calle sin mascarilla, pero en Europa al haber ya tan pocos casos y estar vacunados casi todos, la verdad es que me relajé al sólo tener que usarla al entrar a los lugares cerrados.

Así es , en algunas partes de Europa porque en el Reino Unido están con muchos contagios, en Rusia se mueren mil rusos cada día, y España se dice que es la menos contaminada de Europa lo que pasa es que nunca faltan los rebrotes, y ya se está hablando de otra variación del virus , en fin que nos queda mascarilla para rato.

Saludos