Un mundo al revés

En esto  de las ocupaciones ilegales de viviendas se ha llegado a la alteración e incumpliendo de la ley que raya en lo rocambolesco, lo inadmisible e irreal en un mundo civilizado y en una democracia plena como es la de este país.
Anoche veía indignado un reportaje sobre los Okupas y en diferentes casos de varias ciudades, y en los que se daban  situaciones esperpénticas y de ciudades sin ley. El reportero junto con su cámara acompañaba a los legítimos dueños de las casa a visitar a los okupas, a los delincuentes que cambiando la cerradura se habían metido en sus casas y estos con mucho cuidado y educación para no molestar a los delincuente, los llamaban a la puerta para que salieran e entrevistarles, pero la respuesta eran, siempre tras la puerta de insultos, de gritos y de amenazas, pero como el reportero y la dueña de la casa que tenía la esperanza de que hablando los okupas se fueran, insistían, estos sin abrir la puerta ni las ventanas llamaron a la policía y esta al llegar y dirigiéndose a la pequeña comitiva le advirtió que de seguir molestando a los okupas, les detendrían.

La mayoría de las casas habían  estado cerradas porque por el tiempo de la pandemia, los vecinos y dueños de estas casas se quedaron aislados,  y por cuestiones de trabajo no había podido volver a sus casas. habituales de residencia.  Los periodistas juntos con los propietarios de estas casas siguieron visitando varias okupadas, y siempre con el mismo resultado, y se dio el caso que en una, de ellas, casa destrozada por sus nuevos residentes salió la okupa, y se encaró con la periodista insultándola y destrozó la cámara del otro periodista que grababa la escena con chulería y envalentonada porque sabe que no le pasa nada. Decía esta okupa que eran muy pobres y que la necesidad la habían impulsado a meterse en aquella casa, pero cuando más tarde la policía se personó y abrió las puertas se vio que dentro tenían instalación de cable fibra, varías televisiones de plasma y un lujo impropio de gente pobre, y en los casos en que se consiguió que se fueran y desalojaran el piso, cuando le preguntaba la periodista que a donde se iban a vivir ahora, respondía tranquilamente pues que a su piso. Ósea gentes que no okupan un piso que tiene su legítimo dueño por la necesidad de una vivienda, sino porque roban la propiedad ajena porque si, porque saben que no les pasa nada, además pueden que con eso consigan una ayuda del gobierno. .

Después de emitir varios casos, mostraron páginas de internet en donde se le da clases y lecciones, así como consejos legales  a los okupas de la forma que tienen que proceder en el allanamiento, de como tienen que "enganchar" la luz, de como hacerse con el agua si se la cortan etc, Se ha convertido esto de las ocupaciones ilegales como en una gran mafia que  cada vez es más potente  más violenta, a la que las leyes vigente ampara. Y los okupas se saben esas leyes de memoria
Saludos