NOSTALGIA DEL EMIGRANTE

Durante la vida padecemos de muchas nostalgias, algunas sobre cosas perdidas, paisajes, sitios, personas, tiempo, sobre todo del pasado. Podríamos decir que este sentimiento siempre nos acompaña a cada uno con su correspondiente nivel de ansiedad. El melancólico, y por defecto siempre tiene nostalgia de lo que tiene la vida.

Pero solo sabe que es la nostalgia en su mayor grado de desazón y tristeza. el que por razones de la vida tienes que salir un dia de su tierra, de su ambiente, de amistad y familia, sin saber con certeza cuándo volverá y que por imperativo laboral tiene que vivir lejos. Vivir lejos de donde uno ha crecido, ha vivido, en su país con sus costumbres y tradiciones y verse un dia transportado a un nuevo mundo, a un nuevo estilo de vida, otro ambiente con otros horarios, otras comidas, otras costumbres y en donde tienes que encontrar nuevos amigos si no quieres morirte de aburrimiento. Esa una experiencia en la vida que nunca se olvida y te persigue para siempre.

No me llames extranjero, dice una canción, pero por muy bien que se haya portado contigo el país de acogida, tu siempre te sientes extraño, dándole una enorme importancia y valor incalculable a cualquier cosa de tu país, y es entonces cuando se valora lo propio, a tus compatriotas, escasos, que vez de cuando te los encuentras en cualquier lugar del inhóspito país. Para entonces ya no hay comida como la española, ni gentes como tus paisanos, ni fiestas tan alegres, ni mejor bandera, ni tierra tan bonita, como la Española, y con los dias pasantes bebes los vientos por volver, y pasan los años y el deseo nostalgico que te corroe el ánimo por volver no se hace realidad, y la nostalgia te entristece, te apaga el animo, te hace introvertido y solo te alegra cuando escuchas algo español, oír la música de nuestra tierra te recorre el cuerpo y te enciende la alegría , y canciones que nunca le distes importancia, hoy son para ti la mejor música del mundo.

Pero por circunstancias laborales, no puedes regresar y tu mundo se reduce al trabajo y a la cita semanal en el centro español, renegando diariamente de esa tierra fria y sin alegría, que te a tocado vivir. Al fin llega el momento del regreso, y con ilusión casi infantil lo preparas todo, y cuando llegas a tu ansiada y tan añorada tierra, eres otros, has cambiado, vuelves a ser el mismo que se fue, y la nostalgia ahora ya solo es un mal recuerdo, y te dedicas a vivir intensamente los años que se perdieron entre la nostalgia y los recuerdos.

Saludos