MALA PROPAGANDA ELECTORAL

Tiempos de elecciones, y proxima la visita del político elegido por el partido. y quizás el hombre que con su mugriento colchón y su raída manta se puso a dormir en
aquel parque, ni siquiera sabia en donde ponía a reposar sus maltrechos huesos.

Fue por la mañana temprano, cuando las murmuraciones junto a su improvisado lecho, y hasta las agrias voces le sobresaltaron. Con temor se quité la manta de la cabeza y lo que vio le asustó. Dos coches de la urbana y un montón de cívicos vecinos le rodeaban. Se había puesto a dormir en la acera de la concejalia, en una de las calles mejorcitas del barrio, y por donde alguna vez aparecía el concejal de barrio, los regidores y hasta la alcaldesa.

Los vecinos, muy molestos casi coléricos por aquella vergonzosa estampa, los
prejubilados, los jubilados, los vividores, los subvencionados los correveidile, las
desocupadas, las criticonas, los socialistas, demócratas de toda la vida, casi gritaban ¡¡so gandul!! ¡¡Borracho!! ¡¡vete a trabajar!! Mira que venir aquí a dormir la mona, precisamente aquí ¡¡vete adormir a la playa guarro.

No tardo una de las patrullas aparcadas no muy lejos de allí de coger al hombre que quizás, y por ser extranjero, ni siquiera entendía lo que le decían, ni el mal que había
hecho, de llevárselo. Y allí se quedé el colchón mugriento, y la manta raída como una
deshonesta mancha en la plaza de aquel señorito barrio, y de sus demócratas vecinos. `

Saludos