Mi primo...

Todos, seguramente, conoceremos la popular frase de que “cuanto más primo, más te la arrimo”, y el monarca marroquí, al que el emérito rey de España ha llamado “primo” en tantas ocasiones, se ha salido con la suya respecto a la provincia española del Sáhara adueñándose de ella, con la Marcha Verde y con sus influencias norteamericanas. Ni referéndum de autodeterminación ni historias, España claudicó, ha claudicado nuevamente, y ojo que viene curvas…

Sí, porque no hay nada en esta vida como salirte con la tuya, y más si es sin razón, para ufanarte y subirte al pedestal de los dioses, y el primo Mohamed, que visto su empeño y logro de “primo” no tiene nada, no tardará en ir a por Ceuta y Melilla, su otra ambición y anhelo...; lo de Canarias irá para más lejos, pero irá.

Digo todo esto, en especial, para aquellos que aún creen en la España Imperial, en aquella en “que si en Rusia ya triunfó mi División, no es bastante nuestra hazaña si es inglesa la bandera del Peñón”, pues bien, el Peñón luce orgullosamente la Union Jack y en la ex provincia española del Sáhara la bandera marroquí, por lo tanto, señores soñadores o ilusos de la extrema derecha falangista-voxista, o de la simple derecha PP/PSOE, los sueños sueños son, pero la verdad es más bien tozuda, y siglos de no hacer las cosas como se debe, o sea alimentar los vientos, traen estas tempestades.

Háganse la idea, pues, de abandonar la prepotencia y vanidad, y reconocer que se ha llegado a un estadio donde se es muy poco, por no decir nada en el ámbito internacional, y, si se quiere avanzar y situarse en el verdadero lugar que le debe corresponder a la nación, cambien de mentalidad, y, sobre y ante todo, trabajar por y para la sociedad y obviar de trabajar para sus propios intereses y billeteras. Y lo digo por todos, al extenso abanico político que va de la extrema derecha fascistoide (Vox) a la extrema izquierda comunistoide (Podemos) y todo lo que entre unos y otros cabe, nacionalismos periféricos incluidos.