TRUCOS VIEJOS CON MAQUINAS NUEVAS

PISTAS Y TRUCOS

Hacer zoom en el texto. Para navegar, al estilo del Microsoft Intellimouse, puedes utilizarlo para controlar el tamaño del texto en Internet Explorer. Presiona la tecla «Ctrl» y gira la ruedecilla en dirección hacia la mano. Este movimiento expandirá el tamaño del texto en la pantalla, cosa que resultará bastante útil cuando topemos con texto que resulta un tanto ilegible debido a su tamaño. Girando la rueda en dirección contraría, recuperaremos el tamaño original del texto. Para aquellos que no tengan un ratón con ruedecilla, deberán acudir a la opción VER/TAMAÑO y seleccionar aquél que mejor se adapta a su vista. Esta posibilidad de jugar con el texto se hace extensible a otras aplicaciones de Microsoft como son Outlook Express, Word o Excel. Mayúsculas y Minúsculas

Cambiar un texto de mayúsculas a minúsculas (o viceversa) es algo tan simple como seleccionar el párrafo o palabra en cuestión y pulsar la tecla de mayúsculas combinada con la tecla defunción «F3». En ese momento, podemos apreciar como se produce el cambio que afecta en el primer tecleo a las iniciales de las palabras, y al siguiente a todo el texto.

Contra los curiosos.

Muchas veces sucede que nos encontramos viendo tal o cual programa, o navegando por páginas de Internet o bien jugando. En estos momentos, nuestro hermano pequeño hace acto de aparición en el cuarto y se pone a cotillear. Entonces, buscamos el ratón con desesperación y pulsamos sobre el escritorio, pero a veces es demasiado tarde, y el pequeñajo va con el cuento a mamá. Que no cunda el pánico, basta con teclear al tiempo «tecla de Windows» (con el icono famoso) y «D», y el sistema nos sitúa de inmediato en el escritorio del sistema de operativo. Al alejarse el curioso, basta con repetir la acción para volver a la situación anterior.

Otra forma de salir de una aplicación de forma rápida se realiza pulsando al mismo tiempo las teclas «Alt» y tabulador. Nos aparece una ventana con los iconos de los programas que están activos en ese momento. Volvamos a pulsar las teclas hasta situarnos en el icono deseado. Si trabajas con hojas de cálculo muy largas y deseas sólo Imprimir fragmentos de las mismas, puedes crear áreas de impresión y salvarías con un nombre de vista. Una vista puede conservar tus características favoritas de impresión.
Suponiendo que tienes una lista con 12 entradas, pero solamente quieres incluir la mitad de ellas en una página impresa, entonces sólo tienes que seleccionar las celdas correspondientes y dirigirte a la opción ARCHIVO/ÁREA DE IMPRESIÓN/ESTABLECER ÁREA DE IMPRESIÓN. Luego dirígete a VERA/ISTAS PERSONALIZADAS, haz clic en «Agregar» y dale un nombre a la vista. Si estás incluyendo la segunda parte del
listado, deshabilita la casilla «Configuración de filas ocultas, columnas ocultas y filtros» y pulsa en «Aceptar». A partir de ahora, cada vez que necesites dicha área de impresión basta con que vuelvas a la opción «Vistas personalizadas» y hagas clic en «Mostrar». Manda imprimir y verás el resultado final. Vistas de impresión Enlazar documentos Informes o documentos similares contienen con frecuencia referencias a otros archivos de textos, como sucede con cartas, memoranda, o cifras financieras en una hoja de cálculo). Si necesitamos abrir alguno de estos ficheros mientras trabajamos con algún documento, podemos hacerlo directamente creando un HIPERVÍNCULO dentro del texto.

Para insertar un hipervínculo, elige en primero el lugar donde situarlo y dirígete a la opción INSERTAR/HIPERVINCULO. En la ventana de diálogo que aparece, pulsa sobre el botón «Archivo» y navega por las diferentes carpetas hasta encontrar el fichero requerido. Una vez seleccionado, podemos cambiar el nombre del hipervínculo en el campo «Texto» (por ejemplo, «haz clic para conocer las cifras financieras»). Pulsa en «Aceptar» y el hiperenlace de color azul aparece en el documento. Al hacer clic sobre el nombre, y se abrirá instantáneamente el archivo.

Chequea las características del monitor.

La calidad de la imagen que vemos en el monitor depende de tres cosas: del propio monitor, de la tarjeta gráfica que incorpore nuestro PC, y de la forma que Windows gestiona la comunicación entre los dos dispositivos. Incluso en caso de que tengas un equipo nuevo debes asumir que se encuentra configurado para prestar la mejor imagen. Debemos, por tanto, chequear las propiedades del monitor pulsando sobre el botón derecho del ratón sobre el escritorio de Windows. Haz clic en «Propiedades» y asegúrate que la opción «Color de alta densidad» está seleccionada en la zona izquierda con el apropiado número de PIXELS. Nosotros aconsejamos 640 x 480 para monitor de 14 pulgadas; 800 x 600 para el de 15 pulgadas; y 1.024 x 768 para el de 17 pulgadas. Ahora pulsa sobre sobre el botón «Avanzada» y selecciona la pestaña «Adaptador». LA FRECUENCIA DE REFRESCO debe ser la «Óptima» o superior a los 75 Hz. Los monitores de 17 pulgadas o de mayor superficie soportan una velocidad de frecuencia de 85 Hz con 35 bits de profundidad.