La mañana repetida

El paisaje. Que nos rodea a los vecinos.es como el decorado de un gran teatro. un montaje teatral inamovible y estático Que solamente cambia cuando los árboles que nos rodean se mudan el traje de hojas.

Si las personas son animales de costumbres, se evidencia cada mañana, ya que estos, sus gestos  lo repiten cada día, pues acuden al mismo sitio del desayuno, piden lo mismo de forma que ni se pregunta lo que desean, y hablan según vengan las noticias de un periódico de papel que siempre está ocupado.

Fuera, llenando el paisaje cerca de bancos de maderas vacíos, está la gente que adorna el decorado de la vida mañanera,la Sra. katy viuda como la que más que acompaña a su perrita anciana que tiene tantos o más años que su dueña, y que tira de ella con su correa flexible, intentado que no se pare a hablar con alguien, porque entonces le tocara esperar, porque su ama habla tanto que lo que compra, y si se para a hablar con otro vecino, se le caducara la fecha de consumo

El tío Ramón que a falta de algo por hacer, se dedica a regar las plantas del reducido jardín y los alcorques de los árboles, tanto, que a veces, de tanta agua las tiene como ahogadas. Decían los vecinos de suministrale  una manguera, pero eso seria anegar el barrio por tanta afición como tiene el hombre al riego. Se vale para eso de grandes botellas de plásticos y de muchos viajes a la fuente cercana, le habla en esos viajes por lo bajini a las plantas

la Sra. Marta pasa con su andar ligero, viene de hacer los pocos kilómetros de cada día, desayuna abundantemente y luego le dirá al marido que no le hizo de comer porque no se encuentra bien.

Los vecinos repetidos de siempre, de cada mañana, una vez acabado el desayuno y las noticias en papel, se sale y se reparten cada uno y cada cual en su banco preferido y allí absorben los tímidos rayos de Sol esperando a alguien para charlar, casi siempre de política.  

De este círculo vicioso me escapo de vez en cuando  a viajar, para no caer  en esta tremenda rutina que nos consume.

Saludos

Hola, no sé a ti Roci, pero a mì esta pandemia me ha bloqueado en una rutina que me asusta.

Desde el punto de vista del trabajo todo va bien, pero personal no. Hace tanto que no me tomo vacaciones que tengo miedo de no saber como descansar cuando me tome unos dìas. Creo que lo mejor es que lleve el laptop para que el choque no sea muy duro los primeros dìas.

Es difìcil romper la rutina de ir a caminar al parque, desayunar y sentarse frente al PC por horas, interrumpido sòlo un ràpido almuerzo. La vida social cara a cara es un recuerdo; todo es online.

Por màs que aborrezca la rutina es muy difìcil interrumpirla con estos virus dando vueltas. Me gustarìa recomenzar con mis viajes.

Te saludo.

Dorogoi escribió:Hola, no sé a ti Roci, pero a mì esta pandemia me ha bloqueado en una rutina que me asusta.

Desde el punto de vista del trabajo todo va bien, pero personal no. Hace tanto que no me tomo vacaciones que tengo miedo de no saber como descansar cuando me tome unos dìas. Creo que lo mejor es que lleve el laptop para que el choque no sea muy duro los primeros dìas.

Es difìcil romper la rutina de ir a caminar al parque, desayunar y sentarse frente al PC por horas, interrumpido sòlo un ràpido almuerzo. La vida social cara a cara es un recuerdo; todo es online.

Por màs que aborrezca la rutina es muy difìcil interrumpirla con estos virus dando vueltas. Me gustarìa recomenzar con mis viajes.

Te saludo.

Buenos días Doro y compañía-

Esto que cuento, o contaba en mi anterior mensaje, solo transcurre por la mañana, cuando después de desayunarme bien desayunado, con mis tostadas y mi cafelito con leche y su mermelada y tal y tal. Me bajo, a tomarme otro café, más bien `por reencontrame con los amigos del barrio, más que nada por la charla siempre gratificante, y a veces deprimentes de las noticias del día .

Tiempo después me encamino a la ruta que casi siempre es la misma, unos cinco kilómetros de recorrido saboreando la vida y las cosas bonitas que te pone en el camino, una de ellas las mujeres, el verano de la vida que decía Forgues,
llego al parque de hoy rodeados de palomas, cotorras y pájaros que no son europeos y llagado hasta aquí por vete a saber que caminos, y que se come a la fauna autóctona,

En el camino visito una de las tiendas de segunda mano de Informática y casi siempre me traigo algo, algún que otro cacharrillo  que seguramente tengo repetido en el desastroso almacén que llamo mi laboratorio. Cuando ,me canso y se me repite los personajes y el decorado de la calle, me creo el proyecto de un viaje, y raro es el mes que no desaparezco del ambiente del barrio

Nunca hice y aunque tuve ocasión de hacerlo, el camino de Santiago, y ya tengo un amigo navarro que piensa hacerlo, pero desde Francia que según se dice allí empezó el camino, ya veremos, pues tengo las piernas fuertes y cinco kilómetros diarios que dicen que es la media de caminar, lo aguanto bien. En fin ya iré contando si me meto en esta aventura.

Saludos