Reflexiones y filosofía diaria: Pensamientos propios, o frases celebres, o imágenes.

Regina escribió:

Hola,
yo creo que perdonar no es absolver de culpas a los demàs o limpiar el pasado, sino lograr que algo sucedido no te importe ni un comino. Es por tu bien en el presente y no de los demàs en el pasado.

Nuestra mente, aunque se esfuerce, no logra recordar las cosas lindas o momentos de felicidad del pasado como las cosas feas que pasaron; éstas, por instinto, se graban màs en nuestra mente a modo de marca de fuego, de yerra. Las cosas bellas son màs volàtiles, efìmeras, etéreas.

Hasta los mejores pueden cometer errores y no es necesario recordar esos errores para el resto de la vida sino saber que la gente no està para hacernos felices o para evitar molestarnos; ellos existen como nuestro complemento social para convivir y crecer como grupo humano. Hay que dividir entre lo individual y lo social; los demàs pueden mejorar el ambiente donde uno vive, pero no mejorar mi interior como individuo.

Yo no perdono porque no dejo que las miserias de otros afecten mi vida ni que su excremento altere mi perfume; asì, no tengo nada que perdonar; jamàs espero nada de los demàs y si, intencionalmente, tratan de dañarme no perdono, sòlo llamo la policia. De ese modo llevo una vida tan tranquila que es como deslizarse sobre aceite. Vivo para ser feliz yo y los pocos que me rodean sin esperar nada de ellos.

No creo en esas estupideces del perdòn, de los principios, de la humildad, etc.; digamos que podrìa sospechar de una "psicopatìa" aunque con exceso de empatìa. No sé; vivo tan feliz que no pienso hacer cambios a esta altura del partido. Celebro la vida que no me debe nada; como dice mi firma.



Saludos

"Lo que más odia el rebaño es aquel que piensa de modo distinto; no es tanto la opinión en sí, sino la osadía de querer pensar por si mismo, algo que ellos no saben hacer".

(Arthur Schopenhauer)

El bienestar de la humanidad es siempre la coartada de los tiranos.

(Albert Camus)

Paneles de control.

No se, me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.

Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.

Oliverio Girondo