Francia apuesta por Europa y arrincona a los populismos

Europa respira tranquila tras el triunfo del Macron y sobre todo al ver a Mari Le Pen obtener unos resultados peores a los que se preveían. Lo cierto es que Le Pen ha obtenido el mejor resultado en la historia de su partido, pero muy por debajo de lo que pronosticaban las encuestas.
Los populismos han entrado con fuerza en el siglo XXI quizás por el hartazgo político y también en buena parte por la relajación de una vida cómoda y hedonista que impulsa a muchos a pensar en nuevos experimentos que, por desgracia, de nuevos no tienen nada. Por suerte, de momento, no pasan la frontera y llegan a convertirse en peligrosos.

Es que era peor la solución. Con Le Pen, la Unión Europea se iba al garete. Yo me reí mucho cuando ganó Donald Trump..., pero que ganara Le Pen me habría dado mucho miedo..., y no ya por su "fascismo" que no es tal (para la izquierda, todo es fascismo), sino por la crisis económica y política que traería sus políticas populistas (económicamente, igual a Podemos), el fin del euro, y el fin de la Unión Europea. Y España lo pasaría mal, muy mal...., mientras que con Trump, pues tampoco era para tanto, como era de esperar (eso sí, me parto de risa con las crisis de nervios de la prensa progre estadounidense). Entonces, para nada son iguales Trump que Le Pen.

Eso sí, hay un cierto hastío que debiera hacer pensar a Macron: ni el partido de derecha (Fillon) ni el partido socialista (Hamon) han conseguido siquiera llegar a la segunda vuelta. Los partidos clásicos se hundieron en la perspectiva de voto. Le Pen es antisistema..., pero es que el sistema ha defraudado a muchos. Macron quizá debiera atender más al electorado y no refugiarse en la burocracia europeísta que tanto rechazo y voto populista tiene en distintos países. Quizá no estuviera mal volver a la CEE, Comunidad Económica Europea, donde cada país era soberano y a todos nos iba tan bien (manteniendo lo bueno de la UE, como la moneda única y el libre espacio Schengen). Y UK..., arrojado a los avernos por ellos mismos, jeje :face:

No sé si podrá maniobrar Macron en esta dirección..., pero el ogro del populismo nacionalista (que eso es Le Pen) seguirá amenazante..., mientras el dogma progre siga vigente (viva los "refugees", viva el Islam que es la religión de la paz, muera Occidente, muera Israel, muera el cristianismo). O se tienen las ideas claras, o Le Pen lo intentará de nuevo dentro de 5 años..., y alguna vez se llevará el gato al agua :affraid:

No me convence este Macron, parece que dice lo que la gente quiere oir. No le veo que tenga una brújula interna que le apunte en alguna direción determinada como para saber de que va. No me atraen los politicos así.

Suele pasar que, por hartazgo, miedo o enojo, la gente vota, bien por cambiar la situación que les desagrada o para "castigar" a los partidos políticos que le han decepcionado y el peligro está en que de eso se alimentan los populismos y los extremismos: de la ignorancia de la gente, del miedo, del enojo y el hartazgo.
Eso es lo que sucedió en Venezuela hace muchos años, cuando la gente votó por Chavez para terminar con la corrupción y al final terminó con el país entero, con la comida, con las libertades y los derechos humanos. Y algo similar sucedió con Trump en los EEUU;la gente votó por un "cambio".

Menos mal que los franceses no se dejaron llevar por por el enojo o el hartazgo y no emitieron su voto desde las visceras sino desde la cabeza. Porque el cambio por el cambio no siempre es para mejorar, sino que muchas veces es justo lo contrario, lo empeora todo, lo polariza todo.

Farisha escribió:Suele pasar que, por hartazgo, miedo o enojo, la gente vota,  bien por cambiar la situación que les desagrada o para "castigar" a los partidos políticos que le han decepcionado y el peligro está en que de eso se alimentan los populismos y los extremismos: de la ignorancia de la gente, del miedo, del enojo y el hartazgo.
Eso es lo que sucedió en Venezuela hace muchos años, cuando la gente votó por Chavez para terminar con la corrupción y al final terminó con el país entero, con la comida, con las libertades y los derechos humanos. Y algo similar sucedió con Trump en los EEUU;la gente votó por un "cambio".

Menos mal que los franceses no se dejaron llevar por por el enojo o el hartazgo y no emitieron su voto desde las visceras sino desde la cabeza. Porque el cambio por el cambio no siempre es para mejorar, sino que muchas veces es justo lo contrario, lo empeora todo, lo polariza todo.

Coincido contigo. No siempre los cambios son a mejor y ese empecinamiento que hay que cambiar por cambiar, muchas veces nos lleva al desastre. Ya lo dice el refrán: "Los experimentos, con gaseosa". (¿o no era un refrán eso.....?) :(